«¿Os dais cuenta de hasta qué punto cada movimiento de
impaciencia por el que os dejáis llevar perjudica a la
manifestación de todas vuestras buenas cualidades? No,
¿verdad?… Así pues, estad vigilantes y, en cuanto sintáis
que la ira o la exasperación van a asaltaros, haced el silencio
en vosotros y respirad profundamente con el fin de convocar a
todos los poderes de la paz, de la armonía y de la luz que os
ayudarán a encontrar la mejor actitud.
también, cuando por la mañana hacéis los ejercicios de
respiración, podéis repetir interiormente la palabra
«paciencia», impregnándoos de su significado, de sus
vibraciones, de su aura. Y al pronunciar esta palabra, añadidle
una imagen significativa que aumente su poder, de tal forma que
esta virtud acabará penetrando en vuestra conciencia, y entonces
sentiréis verdaderamente que os convertís en dueños de
vosotros mismos.»
Omraam Mikhaël Aïvanhov