Archivos para noviembre, 2013

Cada uno de nosotros, cada persona es literalmente Dios en Potencia.
El poder del Amor y la Luz es nuestro,
ese poder cósmico de crear lo que queramos es nuestro,
absolutamente nada ni nadie puede quitárnoslo,
a menos que nosotros mismos lo permitamos.
Sé que no es fácil entender esto,
creo que con este ejemplo te quedará más claro,
a mi me lo explicaron así:
Imagina que es un día normal en la mañana, te estás preparando para ir a trabajar,
ya te bañaste, te peinaste, estas listo para salir,
pero antes de cruzar la puerta te das cuenta que no traes tu saco preferido,
regresas a buscarlo y no aparece; al final te das por vencido y decides ponerte cualquier otro,
pero vas enojado porque no traes tu saco preferido,
ese enojo por pequeño que sea trae consecuencias. .
Cuando vas manejando a la oficina sigues con el enojo y se te cierra otro coche y tienes que dar un frenón que hasta el café se derrama en tu ropa. .
Llegas a la oficina todo manchado a una junta, pero más enojado aún porque tu ropa no está presentable.
Esa vibración se transmite a la junta y te va mal;
así sucesivamente vas teniendo malos momentos durante el día hasta que se convierte en uno de los peores,
y todo porque no encontraste tu saco preferido.
Literalmente Tu Poder se lo entregaste a un saco, al entregárselo ya no  decidías por ti mismo y todo salió mal,
atrajiste energías densas que intervinieron en tu día.
Los humanos estamos acostumbrados a entregar el poder a cualquier persona, a cualquier cosa o situación.
Parte de nuestra esclavitud mental es por esto,
perdemos nuestro poder cada cinco minutos y eso es justo lo que atrae todas las cosas negativas que nos suceden.
De ahora en adelante debes empezar a NO perder el poder,
cuida todos tus pensamientos y emociones,
no digas NO,
no te enojes por cosas que no tienen sentido,
no gastes tu energía en cosas que no valen la pena.
Es momento de usar tu poder para tu evolución espiritual,
eres Dios en potencia,
no lo olvides,
el poder es tuyo.
 

personas felices

Publicado: 30 noviembre, 2013 en Uncategorized
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Las personas más felices no siempre tienen lo mejor de todo, solo sacan lo mejor, de todo lo que encuentran en su camino

saaa

«La vida que recibimos tiene su fuente en Dios, y es hacia Él a quien debemos
hacerla volver para que vuelva a recobrar su pureza original. Pero éste es un
pensamiento que rara vez aflora en los humanos. Se pasan el tiempo despilfarrando
esta vida que Dios les ha dado al satisfacer sus deseos y sus ambiciones. Y cuando
un día se ven obligados a hacer balance, se dan cuenta de que han perdido casi
todo para ganar muy poco.

 tragic-1-city-skyscrapers
Podemos comparar al ser humano con un rascacielos: cada piso de este inmueble
está ocupado por unos habitantes a los que hay que suministrar energía. El último
de estos pisos es el cerebro. ¿Pero qué quedará para los habitantes del cerebro, si
toda el agua, el fluido vital, sólo sirve para alimentar a los habitantes de los pisos
inferiores, los instintos, las pasiones, los deseos egoístas? Allá arriba están, los pobres,
entumecidos, paralizados, ya no pueden producir nada. Evolucionar es aprender a
orientar las energías hacia las regiones sublimes: así, estas energías despertarán en
las células del cerebro, facultades de cuya existencia todavía no se sospecha. «

Omraam

La primera parte esta en el siguiente post: https://todollegatodopasaytodocambia.wordpress.com/2013/11/27/el-matrimonio-como-una-relacion-psicologica/

 

Carl Gustav Jung
Los caminos que conducen a la realización consciente son muchos, pero ellos siguen leyes definidas. En general, el cambio comienza con el despertar de la segunda mitad de la vida. El período medio de la vida es un tiempo de enorme importancia psicológica. El niño comienza su vida psicológica dentro de límites muy estrechos, dentro del mágico círculo de la madre y su familia. Con la maduración progresiva su horizonte y su propia esfera de influencia se amplían, sus esperanzas e intenciones se dirigen a extender el alcance de su poder personal y sus posesiones, su aspiración se proyecta al mundo exterior en un rango siempre creciente, la voluntad del individuo se hace más y más idéntica a los objetivos naturales perseguidos por las motivaciones inconscientes. Así el ser humano insufla su propia vida a las cosas, hasta que finalmente ellas comienzan a vivir de sí mismas y a multiplicarse, e imperceptiblemente se ve superado por ellas.
 
Las madres son sobrepasadas por sus hijos, los hombres por sus propias creaciones, y lo que originalmente fue traído a la vida con grandísimo esfuerzo y trabajo no puede ser mantenido más bajo control. Primero fue la pasión, luego se convirtió en deber y finalmente en carga intolerable, un vampiro que acaba con la vida de su creador. La mitad de la vida es el momento de gran despliegue, cuando un ser humano se entrega todavía a su trabajo con toda su fuerza y su completa voluntad. Pero en este preciso momento la tarde y la segunda mitad de la vida comienzan. La pasión ahora cambia su rostro y se llama deber, “yo deseo” se transforma en el inexorable “yo debo”, y las vueltas del camino que una vez trajeron sorpresa y descubrimiento, se opacan por la costumbre. El vino ha fermentado y comienza a decantarse y aclararse. Si todo va bien, las tendencias conservadoras se desarrollan; en lugar de mirar hacia delante se mira hacia atrás, las más de las veces involuntariamente, y se comienza a hacer provisiones, a mirar cómo la vida se ha desarrollado hasta este punto.
 
Se buscan las motivaciones reales y se hacen reales descubrimientos. La evaluación crítica de sí mismo y de su destino permite a cada uno reconocer sus peculiaridades. Pero estas introspecciones no llegan fácilmente; se logran solo por medio de golpes de extrema severidad.
 
Puesto que las metas de la segunda mitad de la vida son diferentes de las de la primera, mantenerse demasiado tiempo en la actitud juvenil produce una división de la voluntad. La conciencia todavía presiona hacia delante, como obedeciendo a su propia inercia, pero el inconsciente se mantiene atrás, porque la fortaleza e interioridad necesarias para una futura expansión han sido desgastadas. Esta falta de unidad con uno mismo produce descontento, y puesto que no somos conscientes del estado real de las cosas generalmente proyectamos la razones para esta situación en nuestra pareja. Así se desarrolla una atmósfera crítica, el preludio necesario para una realización consciente.
 
Usualmente este estado no comienza simultáneamente en los miembros de una pareja. Ni siquiera los mejores matrimonios pueden evitar las diferencias individuales para que su estado anímico sea absolutamente idéntico. En la mayoría de los casos uno de ellos se adaptará más rápidamente al matrimonio que el otro. El que está fundamentado en una relación positiva con sus padres encontrará poca o ninguna dificultad en ajustarse a su pareja, mientras que el otro puede estar impedido por un profundo lazo inconsciente con sus padres. El completará su adaptación más tardíamente, y debido a que esta se logrará con una mayor dificultad, puede resultar más duradera.
 
Estas diferencias en “tempo” y el grado de desarrollo espiritual son las causas principales de una dificultad típica que aparece en momentos críticos. Si se trata del “grado de desarrollo espiritual” de una personalidad, no quiero significar una especialmente rica de naturaleza magnánima. Este no es el caso en absoluto. Quiero expresar más bien una cierta complejidad de mentalidad o naturaleza, comparable a una gema con muchas facetas  como opuesta a un simple cubo. Existen naturalezas polifacéticas y más bien problemáticas, cargadas con trazos hereditarios que son muchas veces  difíciles de reconciliar. La adaptación a estas naturalezas o la adaptación de ellas a naturalezas más simples es siempre un problema. Esta gente que tiene una cierta tendencia a la disociación, también generalmente tiene la capacidad de dejar de lado los trazos irreconciliables de su carácter por períodos considerables, haciéndose pasar como más simples de lo que realmente son, o puede suceder que su polifacetismo y versatilidad les dé un particular encanto. Sus parejas pueden fácilmente perderse en esta  laberíntica naturaleza, al encontrar tal abundancia de experiencias posibles que sus intereses personales son absorbidos completamente en un modo no muy agradable, ya que su única ocupación consiste en seguir al otro en todas sus vueltas y cambios de carácter. Hay siempre tanta experiencia disponible alrededor de la más simple personalidad y si no está empapada realmente por ella, es absorbida por su compañero/a más complejo/a y no puede distinguir su camino. Es una situación bastante común que una mujer esté totalmente contenida, espiritualmente en su marido; y para su marido estar totalmente contenido, emocionalmente en su mujer. Se podría describir esto como el problema del contenido y el contenedor.
 
Quien es contenido siente que está viviendo enteramente dentro de los límites de su matrimonio, su actitud hacia su pareja matrimonial es indivisa; fuera del matrimonio no existen obligaciones esenciales ni intereses vinculantes. El lado desagradable de este compañerismo ideal es la inquietante dependencia hacia una personalidad, que nunca puede ser vista en su integridad y es por tanto dependiente y no del todo creíble. La gran ventaja reside en su propia indivisión, la misma que no puede ser desvalorizada en la economía psíquica.
 
El contenedor, por otro lado, quien de acuerdo con su tendencia a la disociación tiene una necesidad especial de unificarse mediante un amor indivisible hacia otro, será dejado bastante lejos en este esfuerzo, lo cual es naturalmente muy difícil para él, por su personalidad más simple. Mientras está buscando en el presente todas las sutilezas y complejidades que podrían complementar a sus propias facetas, él está perturbando la simplicidad del otro. Puesto que en circunstancias normales la simplicidad siempre tiene ventaja sobre la complejidad, él muy pronto se verá constreñido a abandonar sus esfuerzos por despertar reacciones sutiles e intrincadas en la naturaleza más simple. Y muy pronto su pareja, que de acuerdo a su naturaleza más simple espera de él respuestas simples, le dará mucho trabajo al confrontar sus complejidades con su permanente insistencia de respuestas simples. Quiéralo o no, él debe recurrir a él mismo ante las presiones de la simplicidad. Cualquier esfuerzo mental, como el mismo proceso consciente, requiere de tanta energía del hombre común, que invariablemente prefiere lo simple, aunque esto no lo lleve al encuentro con la verdad. Y cuando esto representa al menos una media verdad, entonces todo está decidido. La naturaleza simple trabaja en la más compleja como un cuarto que es demasiado pequeño y no le deja suficiente espacio. Por el contrario, la naturaleza compleja le da a la más sencilla demasiados cuartos con demasiado espacio de tal manera que nunca sabe dónde realmente pertenece. Así sucede sencillamente que el más complicado contiene al más simple. El primero no puede ser absorbido por el segundo pero lo circunda sin ser contenido. Más aún, puesto que el más complicado tiene quizás una necesidad mayor de ser contenido que el otro, se siente él mismo fuera del matrimonio y consecuentemente desempeña siempre el papel problemático. Mientras más persevera el contenido, más se siente el contenedor excluido de la relación, y mientras más el primero exige, menos capaz es el segundo de responder. El contenedor tiende a espiar fuera de la ventana, sin duda inconscientemente al principio, pero en el inicio de la edad mediana se despierta en él un insistente deseo por esa unidad e indivisibilidad que le es especialmente necesaria debido a su naturaleza disociada. En esta coyuntura hay cosas que pueden suceder que conllevan conflicto a una persona. Esta se cree consciente del hecho de que está buscando complementariedad, la satisfacción e indivisibilidad que siempre le han hecho falta. Para el contenido esto es solo la confirmación de la inseguridad que siempre ha sentido tan dolorosamente, descubre que en los cuartos que aparentemente le pertenecían, habitan otros huéspedes no deseados. La esperanza de seguridad se desvanece y este disgusto le conduce hacia sí mismo, a menos que con esfuerzos desesperados y violentos pueda tener éxito para que su pareja capitule y emita una confesión de que su deseo por la unidad no era nada más que una niñería o una enfermiza fantasía. Si estas tácticas no resultan, su aceptación del fracaso puede hacerle un real bien, forzándole a reconocer que la seguridad que estaba buscando desesperadamente en el otro tiene que encontrarla en sí mismo. En este camino se encuentra a sí mismo y descubre en su naturaleza más simple todas aquellas complejidades que el contenedor había estado buscando en vano.
 
Si el contenedor no sucumbe frente a lo que estamos acostumbrados llamar “infidelidad” sino que prosigue confiando en su justificación interior de su deseo de unidad, tendrá que acabar con su autodivisión mientras dure su existencia. Una disociación no se cura siendo dividido, sino por una desintegración más completa. Todas las fuerzas que posibilitan la unidad, todo sano deseo de mismidad, resistirán la desintegración, y de esta manera él llegará a tomar conciencia de la posibilidad de una integración interior, la que antes había buscado siempre fuera de sí mismo. Entonces encontrará la recompensa en un sí mismo indiviso.
 
Esto es lo que pasa frecuentemente alrededor del mediodía de la vida cuando esta sabia y milagrosa naturaleza humana promueve la transición que conduce de la primera a la segunda mitad de la existencia. Es la metamorfosis de un estado en el que el hombre es solo una herramienta de naturaleza instintiva a otro en el que ya no es más una herramienta, sino él mismo: una transformación de naturaleza en cultura, de instinto en espíritu.
 
Se debería tener mucho cuidado en no interrumpir este necesario desarrollo mediante actos de violencia moral, ya que cualquier intento de crear una actitud espiritual suprimiendo o exacerbando los instintos es una falsificación. Nada es más repulsivo que una espiritualidad furtivamente quisquillosa, que es tan insípida como la grosera sensualidad. Pero la transición toma mucho tiempo y la gran mayoría de la gente se queda en los primeros niveles. Si solo pudiéramos como los primitivos, abandonar la inconsciencia para cuidad de todo este desarrollo psicológico que supone el matrimonio, esta transformación podría ser trabajada de manera más integral sin demasiadas fricciones. Pues a menudo entre los llamados primitivos uno se encuentra con personalidades espirituales que inspiran respeto de manera inmediata, como si ellos fueran productos totalmente maduros de un destino sin perturbaciones. Hablo aquí por mi experiencia personal. ¿Pero dónde entre los europeos actuales se puede encontrar gente no deformada por actos de violencia moral? Todavía somos lo suficientemente bárbaros como para creer en el ascetismo y su opuesto.
 
Pero la rueda de la historia no puede retroceder, solo nosotros podemos promover una actitud que nos permitirá completar nuestro destino tan libre de obstáculos como lo desea en nosotros el libre pagano. Sólo bajo esta condición podemos estar seguros de no pervertir la espiritualidad en sensualidad y viceversa, ya que ambas deben vivir, cada una derramando vida sobre la otra.
 

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La muerte no destruye la vida, sólo la cambia.
El futuro no es más que una ilusión inferida de nuestro estado actual.
Lo que importa no es la extensión de la vida, sino la profundidad de la vida. Lo que importa no es alargar la vida, sino sacar tu alma del tiempo, como sucede con cada acto sublime. Sólo entonces se colma tu vida.
Y no te hagas preguntas acerca del tiempo. Jesucristo no explicó nada sobre la eternidad de la vida, pero su influencia condujo a la gente hacia lo eterno. Ralph Waldo Emerson.

No es la meditación, sino la vida, lo que nos proporciona fe en la eternidad. No te convencerá el razonamiento de la necesidad de la vida después de la muerte, sino el ejemplo: cuando caminas muy cerca de una persona, cogidos de la mano, y esta persona desaparece en un abismo, párate ante el abismo y trata de escudriñarlo.

El grado de miedo a la muerte que sientes equivale a tu grado de comprensión de la vida. Cuanto menos temas a la muerte, más libertad, tranquilidad y comprensión de la grandeza de tu espíritu y de la alegría de la vida poseerás.

La comprensión de la eternidad forma parte de la naturaleza del alma humana.

YANG CHU

Publicado: 30 noviembre, 2013 en Uncategorized
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Sabio taoísta que vivió entre los siglos IV y III a. C.
Su idea fundamental es la valoración de la vida para nutrir la verdad contenida
en ella, evitando que las cosas externas puedan corromperla.

Yang Chu medita debajo de un árbol muy pequeño,
y la copa del árbol cubre prácticamente su cabeza.
Yang Chu medita profundamente, tan profundamente que el árbol se siente atraído
hacia él, procurándole sombra y protección, y cuando llega el tiempo, le da sus frutos
para que se alimente.
Es tal la armonización entre el árbol y Yang Chu que el árbol se va fusionando en
Yang Chu y son una unidad, hombre y Naturaleza.
 
 
 
YANG CHU
Héme aquí con él
Y él soy yo.
 
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El tiempo evoluciona, y llega un punto en que se renueva otra vez. Hay primero un periodo de purificación, luego viene el periodo de renovación. Estamos ya muy cerca de ese momento ahora.
A nosotros nos fue dicho que veríamos a América llegar y marcharse. Y en cierto modo América está muriendo, desde dentro. Porque olvidaron las instrucciones de cómo vivir en La Tierra.
Todo está llegando a un momento en que la profecía y la incapacidad del hombre de vivir sobre La Tierra de forma espiritual se encontrarán en una encrucijada de grandes problemas. Es una creencia de los Hopi, que si no estás espiritualmente conectado con la Tierra, y no comprendes la realidad espiritual de cómo vivir en La Tierra, es probable que no sobrevivas.
Cuando llegó Cristóbal Colón, empezó lo que nosotros llamamos la I Guerra Mundial. Esa fue la verdadera I Guerra Mundial, cuando llegó Colón. Porque con él vino todo el mundo desde Europa.
Al final de la II Guerra Mundial, en América quedábamos sólo 800,000 de 60 millones, a 800,000. Casi fuimos exterminados aquí en América.
Todo es espiritual. Todo tiene un espíritu. Todo fue puesto aquí por un creador, El Creador. Alguna gente le llama Dios, alguna gente le llama Buddha, alguna gente le llama Allah, otra gente le llama de otras formas. Nosotros le llamamos Konkachila, Abuelo.
Más del 95% de nuestro cuerpo es agua. Para tener una buena salud debes beber agua buena. Cuando los europeos llegaron aquí, Colón, podíamos beber de cualquier río. Si los europeos hubieran vivido a la manera de los indios cuando vinieron, todavía estaríamos bebiendo nuestra agua, porque el agua es sagrada. El aire es sagrado. Nuestro ADN está hecho del mismo que el ADN del árbol. El árbol respira lo que nosotros exhalamos. Cuando el árbol exhala, nosotros necesitamos lo que el árbol exhala.
Todos somos de La Tierra. Y cuando la Tierra, el agua, la atmósfera, es corrompida, creará su propia reacción. La Madre está reaccionando. En la profecía Hopi se dice que las tormentas e inundaciones se harán más intensas. Para mí no es negativo saber que habrá grandes cambios. No es negativo. Es la Evolución. Si lo miras como Evolución, ha llegado la hora. Nada permanece igual. Debes aprender a plantar algo. Esa es la primera conexión. Debes tratar todas las cosas como Espíritu. Darte cuenta de que somos una sola familia.
Nunca es “El Fin”. Es como la vida, no hay un Fin de la vida…
Abuelo Floyd Red Crow Weterman
Bruce H. Lipton, PhD es un líder internacionalmente reconocido en la reducción de la ciencia y el espíritu. Biólogo celular, autor del éxito «La biología de la creencia» y el destinatario del Premio de la Paz 2009 Goi, ha sido conferencista invitado en centenares de programas de televisión y radio, así como presentador principal de conferencias nacionales e internacionales.
En 1982, el Dr. Lipton comenzó a examinar los principios de la física cuántica y cómo podrían integrarse en su comprensión de los sistemas de la célula de procesamiento de información. Se realizaron estudios de vanguardia en la membrana celular, que reveló que esta capa externa de la célula era un homólogo orgánico de un chip de ordenador, equivalente de la célula de un cerebro. Su investigación en la Universidad de Stanford Escuela de Medicina, entre 1987 y 1992, reveló que el medio ambiente, que opera través de la membrana, controlaba el comportamiento y la fisiología de la célula, convirtiendo los genes dentro y fuera. Sus descubrimientos, que van en contra de la opinión científica establecida de que la vida está controlada por los genes, presagió uno de los campos más importantes de la actualidad de estudio, la ciencia de la epigenética. Dos importantes publicaciones científicas derivadas de estos estudios definen las vías moleculares que conectan la mente y el cuerpo. Muchos trabajos posteriores de otros investigadores han validado desde sus conceptos e ideas.

Nuevo enfoque científico Dr. Lipton transformó su vida personal también. Su conocimiento profundo de la biología celular destacó los mecanismos por los que la mente controla las funciones corporales, e implicaba la existencia de un espíritu inmortal. Aplicó esta ciencia a su biología personal, y descubrió que su físico bienestar mejorado, y la calidad y el carácter de su vida diaria se ha mejorado en gran medida


https://www.youtube.com/watch?v=cOIZzyXkuOA

incertidumbre sobre el cometa ISON

Publicado: 30 noviembre, 2013 en Uncategorized
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Cancelen el pésame: ISON no se ha desintegrado
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29/11/2013 de Space Weather
El cometa ISON pasó a través de la atmósfera del sol el 28 de noviembre y el encuentro no fue bueno para el cometa helado. Justo antes del perihelio (el punto más cercano al Sol) el cometa rápidamente se debilitó y pareció desintegrarse. Esto provocó anuncios del final de ISON. Sin embargo, una parte del cometa ha sobrevivido. En una imagen del observatorio solar SOHO de ESA puede verse lo que salió del cometa después  de su encuentro con el fuego solar.
En la película de SOHO, el cometa ISON parece romperse a medida que se acerca al Sol. De hecho, investigadores del Solar Dynamics Observatory de NASA afirmaron no haber visto nada en la trayectoria que ISON debía de seguir a través de la atmósfera del Sol. Sin embargo, algo ha emergido. Aún está por ver si se trata de un pequeño fragmento abrasado del núcleo del cometa ISON, o quizás de un»cometa sin cabeza» – un flujo de escombros que señalan los restos del núcleo desintegrado del cometa.
En resumen, aún no sabemos qué ha ocurrido con seguridad con el cometa ISON.

Contrapunto de imágenes y sonidos entre la naturaleza y el «progreso» humano, realizado por Alianza Pachamama Uruguay en el marco de su campaña de concientización sobre la situación del planeta. Cerramos el video con las advertencias que nos hace a diario la pachamama y un mensaje final: La oportunidad de cambiar es más grande que la crisis.


 

Por si alguien no vio aun Baraka, muy recomendable; es esto mismo pero hora y media. Hace poco, su director, Ron Fricke, saco otro film similar llamado Samsara, el cual no tiene nada que ver con la otra tambien muy buena pelicula llamada Samsara pero hecha por Pan Nalin, la cual gira en torno al budismo.

A todo esto, pregunto, ¿nos damos cuenta de que no nos damos cuenta de lo que estamos viviendo?