Archivos para septiembre, 2014

 tristeza

Son muchas las personas a las que les ha ocurrido. La tristeza envuelve y te atrapa de pronto, volviendo tu cuerpo más pesado, regalándote un cansancio casi extremo y una apatía indefinible. Pero veamos las posibles causas:

1. Factores externos: -Una alimentación incorrecta: puede suceder en esos casos en que seguimos dietas extremas donde dejamos de ingerir los nutrientes que nuestro organismo necesita. Una alimentación baja en proteínas, en vitaminas, en minerales como el hierro, el magnesio o el fósforo, pueden provocar el debilitamiento de muchas funciones básicas. El ánimo decae y nos sentimos débiles. Hay que tenerlo en cuenta. -La depresión estacional: el clima nos afecta. Y cuando llega el invierno con sus menos horas de luz, sus lluvias y su humedad, son muchas las personas que se ven afectadas por esa tristeza indefinible que puede muy bien derivar en una depresión. Se alteran los ciclos de sueño, aparece el cansancio y la apatía… es muy característico.

2. Factores internos En primer lugar, debes saber que a nivel nervioso, sufrimos una bajada drástica de neurotransmisores como la noradrenalina y serotonina en el cerebro, y es esto lo que provoca la sensación de pena o tristeza. Pero ¿qué lo origina? ¿Qué hace que suframos ese déficit brusco en estos neurotransmisores? Se debe, obviamente, a factores externos. Factores personales. Sin duda lo más común. La tristeza no llega de pronto sin razón alguna, tiene un origen. Podemos estar llevando una vida normal y segura, cuando de improviso, empezamos a notar algunos signos extraños: dolores de cabeza, cansancio, enfermedades como muchos resfriados o gripes… nuestro sistema inmunológico está debilitándose, y sufrimos lo que se llama una somatización. Es decir, nuestro cuerpo reacciona ante las preocupaciones de nuestra mente. Lo que sucede biológicamente en nuestro cerebro es que nuestro hipotálamo responde a dichas preocupaciones segregando la corticotropina, que a su vez, estimula la segregación del cortisol en sangre. Todo ello afecta a nuestro comportamiento, a nuestras sensaciones… a que estemos más cansados, más preocupados, más taciturnos. La tristeza que suponemos “aparece de modo inesperado”, siempre responde a una razón. Nuestro cuerpo será el primero en darnos la señal de alarma para avisarnos de que hemos de detenernos. Y pensar, en analizar qué ha ocurrido…en aclarar qué te preocupa realmente. En ocasiones nos negamos a nosotros mismos la existencia de dichos problemas porque no podemos detenernos: hay muchas obligaciones, el trabajo, los niños, tu pareja… la prisa de nuestra cotidianidad es un motor bien engrasado que en ocasiones, nos impide ser personas. Debemos sentarnos y reflexionar. Hablar con nosotros mismos para aceptar que quizá, no estamos tan bien como creemos. Que no somos invulnerables y hay algo que nos hace daño y que debemos solucionar. Quítate la armadura. Busca el final de esa madeja que hay en tu mente y descubre qué hay tras ella. Tu cuerpo ya te ha dado una pista de que no estás bien. Atiéndete entonces, cuídate y ten siempre en cuenta ese mundo interior que en realidad, mueve cada una de nuestras vidas.

Autoría: Valeria Sabater

The Philosophers

Publicado: 28 septiembre, 2014 en arte, filosofia

http://tumi.tv/embed-fsltj2gtv4a8.html

 

Estamos en Yakarta, donde un grupo de estudiantes extranjeros se despide de su profesor de filosofía, que los somete a un último y perverso test. En pleno Apocalipsis nuclear, solo diez de los veinte alumnos pueden acceder al búnker: ¿qué harán para salvar el pellejo?

 

Thich Nhat Hanh

Publicado: 27 septiembre, 2014 en filosofia
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No amas porque esa persona pertenece a su familia.
Usted no ama porque él es de la misma creencia religiosa como usted.
Usted no amas por ser tu hijo, ella es tu hija o tu esposa.
Te quiero porque esa persona tiene que ser amada.
Eso es todo.
Usted ama sin condiciones de ningún tipo.
Esto significa amor incondicional.
Amas el fin de llevar alivio a esa persona, para transformar el sufrimiento en esa persona,
para ofrecer alegría a él,
para ofrecer la felicidad a él,

porque él necesita eso.
Usted no pide nada a cambio. Thich Nhat Hanh January 19, 2002

 

«Pienso en mujeres que obtienen una sensación de su propio poder y autoridad –que ―reclaman el poder de la serpiente-, que fue perdido por las deidades femeninas y las mujeres de la humanidad cuando las religiones patriarcales despojaron a las diosas de su poder e influencia, expulsaron a la serpiente como elemento diabólico del jardín del edén y convirtieron a las mujeres en un sexo inferior. Pienso en una imagen que representa para mí la posibilidad de que muchas mujeres vuelvan a emerger con poder, belleza y capacidades de nutrir».


(«Las diosas para cada mujer, Jean Shinoda Bolen)

 

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EL ARQUETIPO DE LA DIOSA VIRGEN.

Publicado: 27 septiembre, 2014 en filosofia, libro
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«Cuando el arquetipo de la diosa virgen –Artemisa, Atenea o Hestia- es un arquetipo dominante, la mujer es (como escribió la analista junguiana Esther Harding en su libro Women’s Mysteries) ―completa-en-sí-misma‖. Una parte importante de su psique ―no pertenece a nadie‖. Por lo tanto, como escribió Harding: ―Una mujer que es virgen, completa-en-sí-misma, hace lo que hace, no por algún deseo de agradar, no para gustar o ser aprobada, ni siquiera por sí misma; no por algún deseo de obtener poder sobre otra persona, para captar su interés o su amor, sino porque lo que hace es verdad. Su acción puede ser efectivamente no convencional. Puede que tenga que decir que no, cuando sería más fácil y más adecuado, convencionalmente hablando, decir sí. Pero, como virgen, no está influida por las consideraciones que hacen a la mujer no virgen, casada o no, orientar sus velas y adaptarse a la conveniencia».(…)
«Desde el punto de vista psicológico, la diosa virgen es esa parte de una mujer que no ha sido tallada, ni por las expectativas colectivas, sociales y culturales (determinadas por los hombres) de lo que debe ser una mujer, ni por un juicio masculino sobre ella. El aspecto de la diosa virgen es una pura esencia de lo que es una mujer y de lo que ella valora. Permanece sin tacha e incontaminada porque no lo revela, porque lo mantiene sagrado y no violado, o porque lo expresa sin ninguna modificación para conformarlo a las pautas masculinas».(…)
«Las mujeres que son como Artemisa, Atenea y Hestia, poseen el talento de concentrar su atención en lo que es importante para ellas. Tienen la capacidad de concentrarse en lo que hacen. Cuando lo hacen, pueden excluir fácilmente cualquier cosa ajena de la tarea que tienen entre las manos o la meta a largo plazo».(…)
«Cuando una mujer puede concentrarse en resolver un problema o alcanzar una meta, sin ser interrumpida por las necesidades de los que le rodean, sin prestar siquiera atención a sus propias necesidades de comida y sueño, posee una capacidad para la concentración consciente que conduce a las realizaciones. Presta su ―atención no dividida a cualquier cosa sobre la que esté trabajando. Tiene una mente ―dirigida en una sola dirección, que le permite hacer aquello en lo que pone su mente. Cuando se concentra en metas externas o cualquier tarea inmediata –como es característico de Artemisa y Atenea- el centro de interés está orientado hacia el logro». (…)
«Cuando la concentración está dirigida hacia dentro, hacia un centro espiritual –que es el centro de dirección de Hestia- la mujer en la que es poderoso este arquetipo puede meditar durante largos periodos sin ser distraída por el mundo que le rodea ni por la incomodidad de mantener una postura determinada». (…)
«Cuando una mujer tiene a Atenea y a Artemisa como patrones de diosas, puede que no sean facetas de su personalidad atributos como la dependencia, la receptividad o la capacidad de nutrir. Éstas son las cualidades que necesita desarrollar para ser una persona capaz de mantener relaciones, volverse vulnerable, dar y recibir amor y bienestar, así como favorecer el desarrollo de los demás.
El foco interno y contemplativo de Hestia la mantiene a una distancia emocional de los demás. Aunque sea independiente, su calidez tranquila es nutriente y compasiva. Lo que necesita desarrollar, y que vale también para Artemisa y Atenea, es la capacidad de intimidad personal».

(Las diosas en cada mujer, Jean Shinoda Bolen)

Sobre el arquetipo del Senex

Publicado: 27 septiembre, 2014 en filosofia, libro, literatura, noticias

 SOBRE EL SENEX

En estos tiempos de puerilidad extrema, hacer un seminario sobre el Senex parecería, tal vez,  algo inadecuado.
El Senex, el Arquetipo del anciano sabio que representa:  La paciencia, la humildad, la aceptación de la valiosa lección de las restricciones; saber tolerar y disfrutar de la soledad y entender la lección profunda que nos trae la melancolía. Promover la conciencia de los límites, aceptar el paso del tiempo, vivir y disfrutar del silencio, de la quietud, promocionar la autocrítica y pedir disculpas gracias a la conciencia de las miserias de uno…. y por tanto no acusar masivamente a los demás de todos nuestros males. Sostener la actitud del aprendiz:  paciente, humilde, y nunca soberbio, porque sabe que debe mantener la cautela y la prudencia del que aún no sabe casi nada…. El que ha entendido que el compromiso del amor profundo, es una cuestión de recorrido, no de luces de colores….
Así que si conoces a alguien maníaco, angustiado por envejecer, que no sabe estar solo , quieto y en silencio, que no cree que sus males dependen de sí mismo sino que son culpa de los demás… que es impuntual con frecuencia, que nunca pide disculpas, infatuado, soberbio y creyendo que está en posesión de alguna verdad absoluta, que no se compromete en las relaciones y en los proyectos y salta de uno a otro con rapidez….
A ese pueril que tal vez se siente mal, muy mal, en algunos momentos, porque no entiende porque fracasa, porque tiene angustia, porque no tiene amigos antiguos, porqué tiene síntomas paralizantes,  o porque le duran tan poco los amores; que está muy asustado con esta crisis económica porque la entiende como una catástrofe… que se apunta a cursos «milagrosos» que le darán la formula definitiva para huir del sufrimiento, porque así encontrará el secreto, la formula definitiva de estar «siempre feliz y exitoso «!!!! negando el lado frágil, oscuro y humilde de la vida….
A esos va dirigido especialmente nuestro seminario…..
Así que nos parece completamente necesario hacerlo como Analistas Junguianos y precursores pacientes….. de una «actitud saturnina».
Fundación C.G.Jung

escuela

 

¿Es una locura lanzarse a un viaje en bici por ocho países con una bebé de dos años? Sin duda, sí. Una locura que aspira a ser contagiosa, a despertar sensibilidades, a cuestionar, a cambiar el mundo. Modestamente, claro. Porque tan sólo somos una pareja, un padre y una madre, que un día sintió que la educación que habíamos recibido no era la que queríamos para nuestra hija recién nacida.

Cuando le preguntas a alguien qué es lo que aprendió en la escuela, la respuesta suele ser siempre parecida: a leer, a calcular de cabeza, un poco de geografía, historia… conocimientos básicos que recordamos porque los seguimos utilizando cotidianamente. Pero, para aprender eso, ¿realmente es necesario pasar al menos doce años de tu vida, los mejores años de tu vida, encerrado en un aula? ¿Es necesario pasar miles de horas de aburrimiento y pasividad? ¿Son las escuelas realmente lugares donde aprendemos a desarrollar todo nuestro potencial?

Reviviendo los sentimientos que asociamos a nuestro paso por la escuela, llegamos a la conclusión de que, sorprendente y tristemente, en esos años olvidamos cosas tan importantes o más que las que aprendimos. Olvidamos a aprender por el puro placer de aprender, no para aprobar el examen o contentar a los adultos. Olvidamos la libertad de cometer errores, sin temor y sin vergüenza, sabiendo que de ellos aprendemos constantemente. Olvidamos que nuestra valía como personas no depende de una nota, de comparaciones con los otros, de ser “el mejor” o “el peor” de la clase: que sólo depende de nosotros mismos.

Hay quien tildaría esto de sensiblería: la educación se asocia a conocimientos, a esfuerzo, a trabajo, a prestigio. Nunca, a lo largo de nuestra escolarización, oímos a nadie decir que la educación es, sobre todo, cuestión de sentimientos, que no aprendemos nada sin motivación, sin curiosidad, sin amor. Y sin embargo, aunque la ciencia ahora parece apuntar en esa dirección (1), ya Platón acertaba: “El conocimiento que se adquiere como obligación no logra ningún efecto sobre la mente”.

Otros educadores y pensadores como Dewey, Freinet, Montessori, Piaget o Freire le siguieron, pero el sistema educativo es una máquina que funciona al servicio de otros objetivos ajenos a la felicidad de las personas, y de hecho funciona tan bien que pocas personas que se forman en él pueden siquiera concebir que la educación sea otra cosa que las aulas, las pizarras y pupitres, las asignaturas y clases magistrales, los deberes y los exámenes.

¿Cómo aprender desde la felicidad, la autonomía, la curiosidad? Cuando oímos hablar por primera vez de “educación democrática” los ojos nos hicieron chiribitas. ¿Aprender sin clases obligatorias, ni profesores al uso, ni evaluaciones constantes? ¿A tu ritmo, sin que nadie te presione? ¿Y ser responsable, no sólo de tu educación, sino de las decisiones que se toman en la escuela, al mismo nivel que los adultos, en un plano de igualdad? Increíble, pero cierto. Así empezamos a tirar del hilo, y descubrimos también guarderías donde las niñas y niños pasan el día entero, cada día, al aire libre, trepando, jugando, corriendo, pringándose. Descubrimos escuelas públicas donde se emplean técnicas basadas en el arte dramático, donde no hay asignaturas y se cultivan la fantasía y las emociones como base del currículum. Descubrimos espacios de aprendizaje donde niños y niñas de tan sólo cinco años toman las armas (en forma de herramientas como sierras eléctricas o martillos) y se convierten en creadores de obras monumentales donde ponen a prueba su ingenio, su habilidad, y su capacidad para trabajar de forma colaborativa.

Y decidimos partir a conocer cada uno de ellos, cámara en ristre, para poder filmar un documental con el que, quizás, ayudar a algunas personas a recuperar un pedacito robado de su infancia. Han sido más de tres meses hablando con niñas y niños, con mamás y papás, con educadores, con especialistas en aprendizaje, psicología y educación. Capturando sonrisas y risas, juego, conversaciones. Filmándolo todo.

La locura nos mueve, sí: nos hace superar las cuestas, la lluvia, el cansancio, la lejanía del hogar. Es la locura de construir un puente que una estas experiencias de aprendizaje vital, activo, democrático, con la educación que merecen todas las niñas y niños: la educación pública. Por eso tenemos intención de continuar el viaje, a partir de septiembre, pero ahora dentro de nuestras fronteras. Cogeremos de nuevo las bicis, y recorreremos más de 3.000 kilómetros tratando de entusiasmar a otras personas con nuestros hallazgos. Porque pensamos que para cambiar la educación no necesitamos más reformas, más capas de barniz, sino la convicción y el compromiso de personas como tú. Nos encantaría que nos acompañaras, con o sin bici. ¿Contamos contigo?

Diana de Horna

esto no es una escuela

 

(1) Según Francisco Mora, catedrático de Fisiología Humana de la Universidad Complutense y autor de Neuroeducación: sólo se puede aprender aquello que se ama, “Todo aquello conducente a la adquisición de conocimiento como la curiosidad, la atención, la memoria o la toma de decisiones, requiere de esa energía que hemos llamado emoción”.

ENTIENDE EL ORIGEN DE TU INSATISFACCION

Publicado: 24 septiembre, 2014 en Uncategorized

 cubo

Publicado por Raquel Cherem en Salud Emocional. FUENTE: http://www.mundoalternativo.es/

¿Por qué vivir en esta eterna insatisfacción cuando lo tengo todo? Por qué siempre quiero mas? No se lo que me pasa. No entiendo qué me impide disfrutar de mi vida o qué me hace ver la vida sin brillo, esperando siempre algo más o mejor que lo que tengo ahora

Si fuéramos sinceros, reconoceríamos que en realidad esto es algo que nos pasa a todos en mayor o menor medida, aunque no lo confesemos abiertamente. Escondemos que no somos capaces de dejar de desear cosas, de pensar que mañana será mejor que hoy, cuando tenga mas dinero, otra casa, otra relación, otro cuerpo. Disimulamos la incapacidad de disfrutar de lo que tenemos, de vivir en el presente, de sentir felicidad plena
No quiero que sepan que mi mente critica a los demás y a mi mismo, que no deja de compararse con otros todo el tiempo, que en ocasiones se siente superior y otras muy inferior a los demás, que no se gusta a si misma.
Todo esto lo oigo en mi interior, como una voz, pero ¿quién lo dice¿ ¿soy yo mismo el que habla?¿ Entonces soy dos dentro de mi?

DOS MENTES

Llegar a entender esto no es fácil, pero es la única salida que tenemos, para abandonar nuestra antigua forma de pensamiento y acceder a la salud mental y emocional que es inherente a nuestra vida
Si, podría decirse que tenemos dos partes. Hay una constante separación dentro de nosotros, en la cual radica la esencia del ego
Hay una dimensión de quien yo creo que soy y otra dimensión de quién soy en realidad. Esta última es la mente no condicionada, donde reside la esencia de cada ser humano, el espíritu, lo que no tiene forma. Es el lugar, donde en realidad soy conciencia sin pensamiento, donde podemos acceder a un “yo” que nace desde esa conciencia básica y que nos permite experimentar mucha paz y calma
Dice Eckhart Tolle “…cada ser humano, lleva dentro esa dimensión intacta. No hay nada que puedas hacer a alguien o que alguien te pueda hacer a ti, que pueda destruir eso. No importa cuánto caos haya habido en tu vida, esa dimensión sigue intacta”
La otra mente, la condicionada, la que creo que soy, en la que los pensamientos son, el eje principal, está relacionada con el tiempo y por tanto condicionada por el pasado y el futuro. Es la parte de nosotros que sufre por el pasado y se preocupa por el futuro. Son nuestros procesos mentales, “la voz en mi cabeza” que lo pasa mal, tiene problemas y se enferma de tanto pensar.
Es nuestra mente que siempre esta comentando, interpretando y etiquetando mentalmente cualquier cosa. Es la que nos impide vivir en el presente… y nos hace creer que mañana todo será mejor que hoy
Sería algo así como, no relacionarnos directamente y de forma inmediata con el mundo, sino a través del filtro de este diálogo mental con nosotros mismos. Cuando por ejemplo estamos en una fiesta y nos presentan a una persona, de forma automática mi mente empieza a juzgar lo que ve, como bueno o malo, como afín o distinto a mí. Su aspecto físico, como va vestido, lo que dice… Le estoy etiquetando, pero al hacerlo ya no me puedo comunicar realmente con esa persona, sino con las etiquetas que mi mente le ha puesto.
Esto nos ocurre con todo lo que nos rodea, personas, cosas, lugares, situaciones…y esto le quita fuerza a la sensación de estar vivo y sentido a la vida, porque percibimos lo que nos rodea con menos inocencia, alegría, amor, creatividad y plenitud
Como dice Eckhart Tolle: “Cuanta mas prisa te des en asignar etiquetas verbales o mentales a las cosas, las personas o las situaciones mas superficial y carente de vida será la realidad y mas desligado estarás de ella y del milagro de la vida que continuamente se despliega dentro de ti”. Es como si viéramos y sintiéramos lo que nos rodea mas opaco, con menos intensidad, sin poder sorprendernos por nada, pues en realidad para nuestra mente, “ya lo conocemos todo, ya todo está etiquetado”

NACIMIENTO DEL EGO

El ego es la identificación con las cosas. La palabra identifcación deriva del latín idem que significa lo mismo, y facere que significa hacer. Así que cuando me identifico con algo, lo hago “lo mismo”. ¿Lo mismo que qué? Lo mismo que yo

Cuando un niño dice “mi juguete”, “mio”, se empieza a identificar con un objeto externo, es decir el niño piensa que el juguete forma parte de el, digamos que lo convierte en su identidad. Aquí nace el ego y cuando crecemos nuestra identidad falsa o ego se refuerza, a través de mi nacionalidad, mi raza, mi religión, mi profesión, mi físico, mi rol de padre, madre, esposo. Todo esto, se convierte en la imagen que yo creo de mi mismo. Todo ello es ego, un sentido falso de mi mismo. Falso, porque está basado en conceptos mentales, en mi identificación con las cosas

TENER Y SER

El ego tiende a equiparar tener con ser, pero su satisfacción al tener es poco profunda y dura poco. Oculta en su interior, sigue habiendo una arraigada sensación de insatisfacción, de no estar completo, de “no es bastante”, todavía “no tengo suficiente”, lo que para el ego significa “todavía no soy suficiente”

Tolle dice que tener es una ficción creada por el ego para darse solidez y permanencia y hacerse notar, hacerse especial. Pero, no podemos encontrarnos a base de tener y aun así el ego cree que teniendo mas lo solucionará

Por eso, las estructuras del ego se basan en que nunca esta contento con nada, necesita más, seguir buscando o realizarse en otro momento que no sea ahora, sino en el futuro.

La voz del ego nos dice: “cuando tenga tres kilos menos, cuando tenga esa casa, cuando tenga marido, cuando tenga…
El ego por tanto nos hace comprar demasiado, cambiar demasiado rápido de pareja, sentir un hambre insaciable y no ser felices con nada.
Como dice Eckhart: “Cuando eres incapaz de sentir la vida que eres, es mas probable que intentes llenar tu vida con cosas”y esto lo saben muy bien las industrias publicistas. Saben que para que compremos cosas que en realidad no necesitamos, deberán convencernos de que esas cosas añadirán algo, al modo en que nos vemos a nosotros mismos, o nos ven los demás. Así que, en realidad no compramos un producto, sino un “realzador de la identidad”

Dice Eckhart: “…no podemos honrar las cosas, si las usamos como un medio para realzar el yo, es decir si intentamos encontrarnos a nosotros mismos por medio de ellas”

Y esto es exactamente lo que hace el ego y su identificación con las cosas crea apego, obsesión y la sensación de querer siempre más.

PROCESOS MENTALES CONSCIENTES E INCONSCIENTES

La mayoría de las personas seguimos identificándonos con el incesante torrente mental del pensamiento compulsivo, casi todo repetitivo e inútil. No existe un “yo” aparte de nuestros pensamientos y de las emociones que los acompañan. En esto consiste ser “inconscientes”. Y mientras no reconozcamos estas formas de pensamiento en nuestro interior, mientras sigan siendo inconscientes, creeremos lo que dicen sobre nosotros y los demás. Y ninguna posesión, lugar, persona o condición nos dejará satisfechos jamás.
Por eso, estar conscientes implica observar lo que pensamos, para que nuestra identidad no se base en el contenido de mi mente sino en la conciencia que todos tenemos en el fondo

Debemos estar alertas y ser sinceros, para averiguar por ejemplo si mi sentido de la propia valía está ligado a las cosas que poseo. Podemos apreciar y valorar las cosas que tenemos pero cuando nos aferramos a ellas, sabremos que es el ego

ESTAR CONSCIENTES

Siéntate en silencio asegurándote de que no va a sonar el teléfono o algo pueda interrumpir tu momento. Observa como pasan tus pensamientos, como si se movieran desde la izquierda a la derecha. No los juzgues, sólo obsérvalos y déjalos pasar sin más. Hazlo como mínimo durante diez minutos. Este ejercicio de meditación te conecta con el momento presente y te ejercita en la observación de tus pensamientos

MENTE SIN JUICIO

Elige un momento para usar la mente sin juicio. Cuando estés hablando con alguien, hazte consciente de cómo tu mente emite un juicio sobre lo que dice la otra persona, sobre su aspecto físico. Intenta que esos pensamientos pasen y céntrate en tu respiración mientras sigues la comunicación. Con ello puedes conseguir que tu mente no le ponga etiquetas y juicios a todo lo que ve o escucha

LA PAZ QUE SOBREPASA TODA COMPRENSION

Más allá del ego, la conciencia sin pensamientos, lo que llamábamos el ser, la esencia es la que nos hace sentir esa paz y serenidad completamente libre de miedos. Es la parte de nosotros que se nutre del momento presente y de aceptar lo que es. Hoy en día cada vez son más, los testimonios de personas que experimentaron esta nueva dimensión de conciencia como resultado de una trágica pérdida en algún momento de su vida. Cuando aceptamos por completo una pérdida económica, de posición social, de un ser querido, de nuestras capacidades físicas, de una creencia u opinión, trascendemos el ego y emerge nuestro Ser. Dice Eckhart: “Cuando las formas con las que te habías identificado, que te daban tu sensación del yo, se derrumban o nos son arrebatadas, puede producirse un colapso del ego”
Cuando ya no tiene nada con lo que identificarse solo le queda conectar con el sentido del Ser, aunque también puede ocurrir que se refuerce la identidad del ego, que diría: “pobre de mi, lo que he sufrido con esta pérdida” y de esta manera haría del victimismo su nueva identidad. O que, quienes han experimentado un cierto despertar de la conciencia, refuercen su ego reconociéndose mejor que quienes no lo han experimentado. Y su ego diría: “Yo soy mas espiritual que tu”. De echo este nuevo ego será mas rígido e impenetrable que el antiguo

¿RESISTIRSE O RENDIRSE?

>Cuando sufrimos alguna pérdida, algún cambio en nuestra vida o sucede algo que no esperábamos, podemos resistirnos o aceptarlo. Rendirse a lo que es, aceptar la nueva situación, independientemente de la magnitud de la pérdida o del cambio, significa estar abierto a la vida. Dice Echart: “Cuando te rindes interiormente, cuando cedes, se abre una nueva dimensión de conciencia en ti”
En cambio resistirnos es una contracción interior, un endurecimiento de la concha del ego. Es estar cerrado, negativo y todo aquello que emprendamos desde ahí, creará una resistencia exterior y el universo no estará de nuestra parte. La vida no nos ayudará a conseguirlo

¿COMO RECONOCER SI ES EGO?

Principalmente si después de conseguirlo no me siento satisfecho y quiero más. Reflexiona sobre estas preguntas en tu vida

  • ¿Hay cosas que me inducen a una sensación de importancia o superioridad?
  • ¿La falta de esas cosas me hacen sentir inferior a otros que tienen mas que yo?
  • ¿Menciono como de pasada las cosas que poseo o las enseño para aumentar mi sensación de valía a los ojos de otros y por mediación de ellos, a los míos propios?
  • ¿Me siento resentido o irritado cuando alguien tiene más que yo o cuando pierdo una posesión preciada?
  • ¿Soy menos yo, por no tenerlo?
  • ¿Cómo puedo librarme del apego a las cosas?

Dice Eckhart: “Ni lo intentes, es imposible. Desaparece solo, cuando ya no intentas encontrarte a ti mismo en ellas

EL PRESENTE

El poder solo puede fluir en tu vida, cuando estas totalmente presente, siendo uno con lo que estas haciendo. Y esa es la razón por la que la mayoría de las personas no tienen este poder en su vida, porque siempre están esperando lo próximo que va a ocurrir, desatendiendo el momento presente. Como Jon Rabat-Zinn en su libro “Volviendo a nuestro sentidos”, dice: “la mayoría de la gente está físicamente en la ducha, mientras su cabeza ya esta en la oficina y por eso siempre se pierden la experiencia de tomar esa ducha”

Y es así como todo lo que hacemos se convierte en un medio para llegar a un fin. El fin siempre se encuentra en el próximo momento, en el futuro, el cual nunca llega porque todo lo que tenemos es siempre momento presente

Por eso hay siempre una frustración que nace de querer estar ya en el siguiente momento, de ahí la ansiedad, el stress, las prisas. La sociedad moderna, en la que todo es rápido, invita también a pasar a lo siguiente sin percibir el presente, sin ser conscientes de lo que pensamos o sentimos. Sin dedicarle la suficiente atención a nuestras sensaciones, si tenemos mas hambre de verdad, si queremos eso que nuestra mente nos pide…

Según reconocidos estudios se sabe que cerca de un 99% de nuestros pensamientos son inútiles y repetitivos y crearlos y mantenerlos consumen mucha energía. Liberando esa energía del pensamiento se convierte en presencia, es ese momento en el que todo esta bien, ese momento de placer, en el que no sabes por qué pero te sientes muy bien, como felíz, todo mas luminoso, ves el lado bueno de las cosas y las personas. Es un atisbo… de paz interior y de perfección…”puro gozo espontáneo”. La clave es que solo puede darse en el presente mientras funcionamos desde la conciencia superior

PRACTICA EL PRESENTE
Solo existe el momento presente y una forma de conectar con el es escapando de nuestra mente y concentrándonos en el cuerpo interior y en la respiración

  • ¿Puedes sentir el cuerpo interior?

El cuerpo interior es la energía vital que nos recorre interiormente.

Cierra los ojos y averigua si hay vida dentro de tus manos. No le preguntes a tu mente porque te dirá ¡que no siente nada o que le des algo mas interesante en que pensar! Así que lleva tu atención a las manos, siente un picor, o la sensación de energía y de vida dentro de ellas.

Lleva tu atención a los pies e intenta sentir también la energía o fluído en su interior

Finalmente ve incorporando el resto del cuerpo, piernas, brazos, abdomen, pecho… hasta que seas consciente del cuerpo interior, como una sensación global de vida

Con el tiempo practica este mismo ejercicio mientras que hablas con alguien, como forma de no identificarte con tus pensamientos

  • ¿Estoy respirando todavía?

Lleva tu atención a la respiración al momento de la inspiración y el recorrido que hace el aire hasta la espiración
Incorpora este hábito al día a día como medio para estar presente

autora: Gema Ruiz

EL MAESTRO RUMI

Publicado: 19 septiembre, 2014 en biografias, ecologia, filosofia, libro, literatura
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RUMI
Su filosofía se expresa a través de una forma de vida, de la música y del baile, en el que los danzantes están en continuo movimiento, como todo en el Universo, y giran frenéticamente sobre sí mismos, como los planetas en el cielo.
En el transcurso de la Historia, observamos que las filosofías sagradas dividen sus mensajes en esotéricos y exotéricos. Estas dos partes son como la fruta y su semilla. Todas las ideas y conocimientos se transforman con el tiempo en otras formas e ideas, perdiendo parte de su sentido original. El esoterismo evita esta corrupción y cambio. Los iniciados saben de esos cambios y utilizan un lenguaje simbólico para transmitir sus conocimientos, valiéndose muchas veces de las formas de los cuentos, los mitos, etc. Por esta razón, en el estudio de estos contenidos filosóficos necesitamos analizar tanto lo que no se ve (esotérico) como lo que se ve (exotérico).
En el Islam también encontramos esoterismo y exoterismo. A lo largo de su historia han aparecido doctrinas esotéricas, entre ellas: Muhamine, Huremiye, Fidaviye, Hassasiye (Asasin), Ismailiye (ismaelitas).
Existen puntos comunes en la mayoría de estas doctrinas. También vemos la influencia del Neoplatonismo en muchas de ellas.
La creencia en la Unidad consiste básicamente en ver, saber y sentir que todo es Uno. Entender que existe una Fuerza activa y pasiva en todo. El bien y el mal son relativos y nacen de la comparación. El amor, en las doctrinas esotéricas, se ve de la misma manera que en el Neoplatonismo: como la primera manifestación; y se distingue entre el amor temporal (ask-i mecazi) y el amor verdadero (ask-i hakiyki).
Rumi, al referirse al Corán, observó la existencia de puntos semejantes a otras enseñanzas esotéricas; por ejemplo, el Panteísmo (todo es Dios), la sabiduría divina, la evolución de la conciencia y la confraternidad universal.
Otro punto en común con las diferentes enseñanzas esotéricas son los grados del discipulado y después de entrar en una Fraternidad u Orden: condiscípulo-discípulo (Mürid-Salik), Maestro (Seyk), Califa (Halife), Pir (Patrón de los Maestros).
El esoterismo islámico se expresa así sobre la formación del Universo: existe una facultad activa y otra pasiva del Cielo. La facultad activa es la inteligencia, el elemento masculino, Adam; la facultad pasiva es el neftis (espíritu), el elemento femenino, Eva. De la unión de los elementos masculino y femenino se generan los nueve planos y las siete estrellas de los Cielos. El movimiento de los cielos lo forman cuatro naturalezas: sequedad, vejez, frialdad y aridez, que se corresponden con los cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego. De la unión de los nueve Cielos y los cuatro elementos, se generaron los minerales, las plantas y los animales.
La Resurrección (kiyamet) es la muerte del hombre. Cuando comparamos el Día del Juicio Final (Kiyamet) en el que, según el hombre, con el “peso del corazón” que aparece representado en innumerables papiros egipcios, observamos también una cierta semejanza.
La unidad del Ser y el Panteísmo se hacen presentes en todas las doctrinas esotéricas. Se cree que este pensamiento pasó a las Escuelas de Sufismo. Según este pensamiento, todo es Dios. El Universo no es más que una relativa ausencia del Ser Absoluto o un llenar el vacío con formas de seres. Como las olas de mar no son partes distintas del mar, y la multitud de olas no se oponen a la unidad del mar, y sus subidas y bajadas no menguan ni aumentan el Ser del mar, del mismo modo sucede en el Universo con la Divinidad y las criaturas.
En las escuelas esotéricas islámicas conocían y vivían la jerarquía existente en el Universo. Un sistema piramidal existente por doquier, reflejado asimismo en los grados de los Mevlevíes (derviches danzantes).
Según ellos, existen dos movimientos en el hombre. La unión de estos movimientos constituye un círculo. El comienzo del círculo es el Ser Absoluto. El hombre ha descendido al nivel material desde el Ser Absoluto. Después de este descenso, volverá otra vez al Ser Absoluto a través de un perfeccionamiento de tres fases; las fases del ascenso son: la primera, saber que todos los actos son actos de Dios, y con esa idea mirar y actuar. La segunda, saber que todos los trabajos son el resultado de los atributos, y, los atributos son de Dios; y la tercera, ver que todo está formado de Dios, y que el Universo no es un ser distinto de Dios.
En Mevlana Rumi no encontramos los conceptos y términos eruditos que se ven con frecuencia tanto en Ibn Arabi como en otras doctrinas esotéricas. Rumi en sus obras Mesnevi y Divan habla en un lenguaje perfectamente adaptado a la psicología popular a través de proverbios, ejemplos y cuentos.
Según Rumi, todas las discordancias vienen de la esclavitud al color del mundo sin color. Las divergencias en las religiones proceden de las formas, no del verdadero camino.
Todos los caminos llevan a una casa. Es como la creación de miles de espigas de una misma semilla. Rumi utiliza estos ejemplos para explicar su idea del Panteísmo con un lenguaje sencillo y simbólico.
Según Rumi, la creación es eterna y el mundo es un campo de batalla. Los viejos se estropean y marchan y llegan los nuevos. La creación es continua y también la destrucción. Este mundo es dual y esta dualidad está siempre en guerra. Este universo es un universo de contradicciones. Habla también de los ciclos de la Naturaleza.
Rumi defiende la libertad de pensamiento y la voluntad en el hombre. Si el lamento por no cumplir un trabajo nos enseña muestra debilidad e incapacidad, la vergüenza de cometer un error nos muestra la libertad de elección.
Si no tuviéramos el poder de elegir voluntariamente, ¿podríamos sentir arrepentimiento? ¿Por qué los Maestros enseñan a sus discípulos? Para que puedan elegir lo verdadero. Por lo tanto, tenemos la voluntad para elegir y únicamente nos hace falta educarla.
Las opiniones, creencias y palabras en la vida de Rumi constituyen una completa armonía. Al contrario que muchos otros pensadores, Rumi vive lo que piensa y dice.
Una de las facetas más importantes del pensamiento de Rumi es la universalidad: cada profeta tiene un camino y cada santo su oficio, pero, ¿acaso no es el Uno quien lleva a todos a la perfección? Todas las religiones tienen básicamente el mismo mensaje. El sentimiento de confraternidad universal y la unidad para todos los hombres.
Cuando Rumi distingue al sabio del intelectual utiliza este ejemplo: Es fácil llevar diez panes, pero comer uno es difícil. Los intelectuales se parecen a los que llevan los panes, pero que no saben cómo se come uno.
Rumi también habla de la existencia de dos “yos” en el hombre. El primero es el “yo particular”, que es distinto en cada persona, pues todos tienen un carácter diferente; y el otro es el “yo transcendental”, que es una facultad divina y existe en todos.
Uno de los elementos fundamentales de los Mevlevíes es la “Semah”.
La Semah es un estado de éxtasis en el que el sufí se aleja del mundo para alcanzar a Dios. En la ceremonia de la Semah aparecen elementos simbólicos: la capa del Sek (Maestro director) es roja y simboliza su autoridad.
El rojo es el color de la formación y el ánimo. En el espacio ceremonial hay también una línea que representa el camino más corto que lleva a la Verdad; no se pisa en esta línea, se la saluda simplemente. El baile se realiza en un área circular, y en el centro del círculo (cihan-nüma) está colgado un globo de cristal que representa al Sol. Alrededor del globo están colgados los candiles que representan a los planetas. Los tocados de la cabeza (kulah) que llevan los Semazen (danzantes) simbolizan la piedra de la tumba. El jersey de lana es la tumba misma, y la capa blanca la mortaja. La parte derecha de la Semah simboliza el mundo que se ve, lo que conocemos, y la parte izquierda representa el mundo que no vemos, el de los significados. Cuando los semazen bailan con la mano izquierda vuelta hacia abajo, significa que lo que se toma del cosmos se devuelve, pues ellos nunca retienen nada para sí.
Los “Semazen”, como todo en el Universo, están en continuo movimiento. Así circulan, tanto sobre sí mismos como alrededor del espacio ceremonial o Cielo, semejante al movimiento de los planetas.
Mevlana Rumi, al igual que las otras Escuelas y corrientes esotéricas islámicas, trata de transmitir a los hombres lo oculto, lo que no se ve, con una forma de vida, de conocimiento y de esfuerzo a través de lo que se puede ver.
Muchos de estos grupos nos dejaron conocimientos y experiencias que habría que investigar y valorar a nivel simbólico.
Que estos mensajes del 1200 d.C. todavía se conservan sin cambios es una muestra de su esencia esotérica.
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Maria Popova, la admirable editora del sitio Brain Pickings, ha elaborado en colaboración con Michelle Legro y la dibujante Wendy MacNaughton esta ilustración en la que se establecen las rutas que unen a grandes de la creatividad como Joyce, McLuhan o Jane Austen.
 

Si todavía es posible hablar de “naturaleza humana”, si no se trata de un concepto anacrónico que levante suspicacias, puede decirse también que uno de sus rasgos fundamentales es su dialéctica entre lo individual y lo colectivo: somos seres encerrados en la prisión de nuestra propia conciencia pero, al mismo tiempo, arrojados a un mundo de semejantes. Como consecuencia, nuestra percepción, nuestras ideas, los caminos que seguimos para aprehender la realidad y las formas que hacemos nuestras para ser y estar en el mundo, se nutren de ambas circunstancias: son innegablemente nuestras y también ineludiblemente de los otros.
 

Y si bien esto se puede ejemplificar en prácticamente cualquier gesto de nuestra existencia, quizá los quehaceres creativos es donde resulta mucho más fácil de volverlo evidente. Una pintura, una pieza musical, un poema, un edificio o un movimiento de una bailarina, son, en el mejor de los casos, entidades autónomas en sí, que se justifican por sí mismas, pero a su vez son herencia de otras manifestaciones culturales que existieron antes, que las influyeron y de algún modo condicionaron su surgimiento súbito en el mundo. Joyce, por ejemplo, ¿pudo ser sin Shakespeare?
 

La ilustración que ahora compartimos intenta mostrar esos “círculos de la influencia” que pueden rastrearse entre algunos de los grandes de la creatividad, así, en sentido amplio, pues lo mismo pueden encontrarse artistas que deportistas y científicos. Esta fue elaborada en parte Maria Popova (la admirable editora del sitio Brain Pickings) en colaboración con Michelle Legro y la dibujante Wendy MacNaughton.
 

Por último cabe hacer mención de un elemento insoslayable en este juego de reflejos y corrientes: el azar. Si bien puede pensarse que estamos determinados por las condiciones en que nacemos ―el lugar, la época, la situación social, etc.―, existe simultáneamente una tabula rasa, una zona de incertidumbre que acaso por momentos se confunde con la libertad en la que todo está todavía por suceder, ahí donde es imposible decir si a una persona la marcarán los escritos de Thoreau o los de Virginia Woolf, y cuáles serán las consecuencias de estos encuentros.
 
 Imagen vía  Brain Piclings