Los vínculos sanos y profundos permiten sacar lo mejor de nosotros.
El arte de dialogar no es el arte de hablar sino de sentirse escuchado.
El arte de compartir no es hablar mucho sino que el otro se sienta mejor escuchado.
Cuando no me siento escuchado en lo que pienso y siento, sino juzgado, es ahí cuando el ARTE de la convivencia se ENFERMA.
Sentirse respetuosamente escuchado es la clave.
Muchos vínculos se destruyen por no tener el arte de decir las cosas adecuadamente.
Los vínculos sanos no son por hablar solo de cosas lindas sino cuando nos animamos a decir todo lo que sentimos
y somos en ello acompañados por el otro.
La ArteSania de las Relaciones, Roberto Perez