Puede tardar mil años, pero realmente no necesita tiempo. Lo único que necesita es desearlo con todas sus fuerzas. Aquí el querer es hacer. Si usted es sincero, ya lo ha logrado. Después de todo, es una cuestión de actitud. Nada le impide ser un Buddha aquí y ahora, salvo el miedo. Usted teme ser impersonal, teme al ser impersonal. Todo es muy sencillo. Apártese de sus deseos y de sus miedos y de los pensamientos que ellos crean, y de pronto se hallará en un estado natural…